Los lípidos son sustancias formadas por carbono,
hidrógeno y oxígeno igual que los carbohidratos, solo que en estos compuestos
no encontramos el doble de hidrógenos que de oxígenos.
Los
lípidos se pueden clasificar en saponificables (pueden convertirse en jabones)
como las ceras, grasas y aceites, e insaponificables (no pueden convertirse en
jabones) como los esteroides (Yo sé que cuando
hablamos de esteroides se piensa en anabólicos que se ingieren por vía oral
para agrandar los músculos, pero las hormonas también son esteroides y el
colesterol también es un esteroide… y volviendo a los anabólicos: ¡OJO! Que
pueden causar serios problemas hepáticos… y queremos tener hígado para poder comer
todo lo que se nos ocurra ¿No?). Pero nosotros nos vamos a centrar en
los saponificables.
Los lípidos saponificables se clasifican en grasas,
aceites y ceras. Las grasas y aceites reciben el nombre de glicéridos, ya que
se forman a partir de la reacción entre una molécula de glicerina con ácidos
grasos. Son
sustancias insolubles en agua pero solubles en solventes orgánicos (como el
benceno o el kerosene).
La digestión de los lípidos se realiza en el
intestino por acción de la bilis y el jugo pancreático que las emulsiona. En ese estado, sufren
la acción de las enzimas, que las hidrolizan en glicerina y ácidos grasos2.
Las glicerina y los ácidos grasos son absorbidos, para transformarlos en grasas
específicas, que serán llevadas a los músculos para quedar como reserva
energética mientras una pequeña porción quedará circulando en la sangre (Esto no es malo si la cantidad es poca y si son
lípidos de alta densidad: grasas buenas; los lípidos de baja densidad son las
grasas malas que aumentan el colesterol).
Las grasas llevadas en la sangre sufren un proceso de combustión
generando dióxido de carbono, agua y energía calórica, igual que los
carbohidratos pero con la diferencia que éstas producen más energía (9 calorías
por gramo, mientras que los carbohidratos producen 4 calorias por gramo).
Lípido
à
CO2 + H2O + Energía calórica
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